El cuerpo baila
sin cesar,
los ojos no entienden
de poesía,
sólo dejan que descanse un poco
ahí,
en esa piel
que canta,
que estremece,
la boca no se cansa de mirar,
y soñar con besarte
la noche;
nosotras
nos abrazamos
como dos gotas de lluvia
que se encuentran
hombro a hombro,
perseguidas bajo
la misma pulsión.

Hermoso👏
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias por leerme, B. Gradenko.
Me gustaMe gusta
Muy bueno
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, querido Pippo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues eso, que nos cansamos de leerte 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Lothrandir! Entré en una confusión tremenda jajaja. No comprendí lo que quisiste decir.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ja ja. Me refería al verso “la boca no se cansa de mirar”. Me temo que soy un poco —o mucho— enrevesado y críptico algunas —o muchas— veces. Magnifico poema que he disfrutado mucho.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ja ja ja. Enrevesado eres Lothrandir. Me alegra que te haya gustado. Esta semana me he inspirado bastante. Espero que continúe este sentimiento. Te mando saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona