Los días nublados me hacen imaginarme en una cabaña lejos de la ciudad, donde en cada esquina quepan muchos libros, donde pueda andar descalza sin tener que preocuparme por mis pies, donde haya café, con olor a ti, a mí, a nosotras. De donde no quiera salir y sentarme a escribir todo el día y tener tu mirada, tu abrazo, tu silencio y tu risa. Creo que por eso me gustan los días como hoy.