Te extraño
y no sé cómo decírtelo.
Estoy amputada,
la otra mitad
que recubre
el resto
de mi cuerpo
está adormecida,
melancólica,
seca.
Cruzo
el laberinto
enmohecido
de mi mente,
mientras juego
a ser agua salada
bajo tu lengua,
se me acaban
los argumentos.
Te extraño
y no sé cómo decírtelo.
Tu recuerdo
me golpea,
estoy extinta
agrietada,
perforada,
se comprimen
mis órganos
en cada respiro.
Lo pienso,
Lo siento
y me lamento,
tengo rocas muy pesadas
clavadas en todo mi cuerpo
y me marchito
los segundos
que no estás.
Lloro en silencio,
estoy gritando
que vuelvas,
y dejar libre
al tiempo
para ser libres
nosotras,
rózame
sin vacilaciones,
hasta hacerte una
en mí,
espárcete
como arena
y calma
este dolor,
estoy áspera.
Te extraño
y no pretendo convencerte
de ello,
si pudieras mirarme
ya lo sabrías.
Preciosos versos, Luisa.
Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por leerme. Te mando un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Otro para ti, y cuídate.
Me gustaLe gusta a 1 persona